Julián Brítez, árbitro de natación, destaca que a nivel de entrenadores consolidados que tienen equipos participando en torneos nacionales, se ha logrado un vínculo fluido en la transmisión de conocimientos y contenidos. Sin embargo, menciona que a nivel de la base, esta conexión es más difícil debido a su dispersión.
En su experiencia en el último Mundial de Natación de Piscina Larga en Hungría, Julián Brítez observó que el 70% de las descalificaciones se debieron a una patada delfín en la llegada de pecho, una acción prohibida.
Además, destaca la dificultad que enfrentan los inspectores de vuelta o llegada para detectar esta infracción debido a la velocidad del nadador y el movimiento del agua.
También comenta sobre los cambios reglamentarios, incluyendo la eliminación de la llegada sumergida en espalda, que resultó en algunas descalificaciones notables a nivel internacional.